BELOVED DIOCESAN FAMILY:
Jesus, the Son of the living God, came into this world. The True Light came to us. Jesus, Emmanuel,
God amongst us, was born from the womb of his mother Mary and grew up in the loving care of his adopted father Joseph. By the Grace of God he became flesh.
We are celebrating the birth of Jesus, thereby reaffirming the joy and the certainty of the presence of God in the world. The presence of his true Light, of his Love and his full Grace with us. From that light we cannot only see the tremendous darkness that surrounds us but we also the lights of hope.
It is no less true that the severe and multifaceted crisis that we are living in today, indicates that we are living in a land of shadows,walking blindly in a context invaded by hopelessness and anguish Living in a land of shadows where life, dreams and projects are destroyed. When our young people, the treasure of our society, leave - risking their lives without looking back. And our elders are exposed to fragility and helplessness. Living in a land of shadows where the powerful present
false scenarios - ignoring the harsh reality of so many sufferers.
Given all this, the prophet of hope, Isaiah, tells us in the first reading: "the people who walked in darkness saw a great light". Or points out "Men inhabited land of shadows and a light shone on them." The prophet reveals the concrete situation of shadows but announces the
powerful force of Light: the Light of God in Christ Jesus.
The Son of God is the one who, being born humble and in the midst of great adversities and extreme anguish, becomes the Light of the world. For His birth, His life, His death and Resurrection He comes to illuminate our blindness and our shadows. He comes to expand His Grace and Mercy
when we open our inner eyes to its presence and make it known to the many men and women in need of his Love. It is light that invades the depth of our being - to embrace us and offer ourselves in service to others.
The more we recognize the truth of His Gospel and walk under the light of his presence, the more we will see the horizon of transformations that our beloved people require, long for and envision. The prophet said it: "The people who walked in darkness saw a great Light!"
A blessed Christmas to all the vibrant communities in our Diocese, and to our extended diocesan family. Blessed Christmas for you children and young people, you women and men of all generations who, through your faith, catch the lights of hope. Blessed Christmas that, illuminated by God's Light, we walk towards the future of our Church and our people.
From my heart, your Pastor,
+Maria Griselda Delgado del Carpio.
Diocesan Bishop
AMADA FAMILIA DIOCESANA:
Jesús, el Hijo del Dios viviente, vino a este mundo, vino la luz verdadera a nosotros. Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros, nació del vientre de
María su madre y creció en el amoroso cuidado de José, su padre por
adopción. Por la Gracia de Dios se hizo carne en la realidad humana.
Estamos celebrando el nacimiento de Jesús, reafirmamos con ello la
alegría y la certeza de la presencia de Dios en el mundo, la presencia de su Luz
verdadera, de su Amor y su Gracia plena con nosotros. Desde esa luz podemos
ver las tremendas oscuridades que nos rodean pero también avizoramos luces
de esperanza.
No es menos cierto que la severa y multifacética crisis a la que se ha
llegado hasta hoy, nos indica que estamos viviendo en tierra de sombras,
caminando a ciegas en un contexto invadido por la desesperanza y la angustia.
Tierra de sombras cuando se va desestructurando la vida, los sueños y los
proyectos. Cuando nuestros jóvenes, tesoro de una sociedad, se marchan
arriesgando sus vidas sin mirar atrás. Y nuestros mayores quedan expuestos a la
fragilidad y el desamparo. Tierra de sombras cuando el poderío presenta
escenarios falsos desconociendo la cruda realidad de tantos sufrientes.
Ante todo esto, el profeta de la esperanza, Isaías, nos dice en la primera
lectura: “el pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz”. O cuando
señala “Los hombres habitaban tierra de sombras y una luz les brilló”. El
profeta pone en evidencia la situación concreta de sombras pero anuncia la
poderosa fuerza de la Luz: la Luz de Dios en Cristo Jesús.
El Hijo de Dios, es aquel que naciendo humilde y en medio de grandes
adversidades y angustias extremas, viene a ser la luz del mundo. Por su
nacimiento, su vida, su muerte y Resurrección viene a iluminar nuestra
ceguedad y nuestras sombras. Viene a expandir su Gracia y su Misericordia
cuando abrimos nuestros ojos interiores a su presencia y la damos a conocer a
tanto y tantos hombres y mujeres necesitados de su Amor. Es luz que invade lo
profundo de nuestro ser para abrazar y darnos en servicio a los demás.
Cuanto más reconozcamos la verdad de su Evangelio y caminemos bajo
la luz de su presencia, se hará más visible el horizonte de transformaciones que
requiere, anhela y avizora nuestro amado pueblo. El profeta lo dijo:
El pueblo que caminaba en tinieblas, vio una gran Luz!
Navidad bendecida para todas las vibrantes comunidades de nuestra
Diócesis, para nuestra extendida familia diocesana. Navidad bendecida para
ustedes niños y jóvenes, mujeres y hombres de todas las generaciones que por
fe captan luces de esperanza. Bendecida Navidad que iluminados por su Luz
caminamos hacia el futuro de nuestra Iglesia y nuestro pueblo.
Desde mi corazón, su Pastora,
+María Griselda Delgado del Carpio.
Obispa Diocesana
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